Apenas un rato conmigo:
Autor desconocido.
Cuando te levantabas esta mañana, te observaba y esperaba que me hablaras
aunque más no fuera unas cuantas palabras, preguntando Mi opinión o agradeciéndome
por algo bueno que te haya sucedido ayer.
Pero
noté que estabas muy ocupado buscando la ropa adecuada para ponerte
e ir al trabajo.
Seguía
esperándote mientras corrías por la casa arreglándote, y supe que habría
unos cuantos minutos para que te detuvieras y me dijeras "HOLA",
pero estabas demasiado ocupado(a).
De
todos modos encendí el cielo para ti, lo llene de colores y dulces cantos
de pájaros para ver si así me oías; pero ni siquiera te diste cuenta
de esto.
Te
observé mientras ibas rumbo al trabajo y esperé pacientemente por ti
todo el día.
Con
todas tus actividades pensabas que estabas demasiado ocupado(a) como
para decirme algo; claro, en los difíciles tiempos en que te ha tocado
vivir siempre te dices a ti mismo: "no hay tiempo que perder",
cuando en realidad
"Yo
Soy Quien puede hacer que no pierdas el tiempo de tu vida".
De
regreso vi tu cansancio y quise rociarte un poco con agua cristalina
y limpia para que se llevara tu estrés, pense agradarte y refrescarte
y así finalmente pensarías en Mí, pero enfurecido ofendiste Mi nombre…
¡tan solo porque no llevabas contigo un paraguas!
Yo
deseaba tanto reconfortarte de un duro día de trabajo y que me hablaras,
¡aun quedaba mucho tiempo!
Después
encendiste el televisor, espere pacientemente mientras veías tu programa
favorito y cenabas, pero nuevamente te olvidaste de hablar conmigo.
Te note cansado y entendí tu silencio así que opaqué el resplandor del
cielo, pero no te deje a oscuras, lo cambie por un lucero redondo, brillante,
sereno…, en verdad fue hermoso, pero tampoco estuviste interesado en
verlo.
A
la hora de dormir, creo que ya estabas verdaderamente agotado(a). ¡Y
cómo no iba a ser así!, si hiciste todo tu solo y por tus propias fuerzas,
cuando en realidad Yo estuve todo el día intentando que te valieras
de Mí, y que emplearas la fuerza de Mi Hijo
Jesús. Tantas veces te enseñé lo conveniente de aceptar que: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
Después
de decirle buenas noches a tu familia, caíste en tu cama y casi de inmediato
te dormiste. Acompañe con música tu sueño, Mis animales nocturnos se
lucieron cantando para ti armoniosas canciones de cuna, y aún así no
te diste cuenta que siempre Estoy ahí para ti.
Tengo
más paciencia de la que te imaginas, pero hijo Mío amado, no olvides
que los tiempos del fin se acercan.
También
quiero enseñarte cómo tener paciencia para con otros, pues quisiera
evitarte ese terrible dolor que sufres por no saber escuchar, perdonar
y olvidar.
TE
AMO tanto que espero todos los días por tu oración.
El
paisaje que recreo cada día es solo para ti, no decaigo en la esperanza
de que sea HOY el día en que me busques y mientras te aguardo, velo
toda la noche por tu sueño al lado de tu cama.
Bueno,
te estas levantando de nuevo, haré salir el sol nuevamente, y otra vez
te esperaré con todo Mí amor.
Que
tengas un buen día hijito amado !!!!
Con
amor, Tu Papá DIOS.