DESGARRA TU CORAZÓN:
Bien es sabido que en la antiguedad, el pueblo del Señor "desgarraba
sus vestiduras" ante Dios cuando tomaban conciencia de sus pecados y trasgreciones
o frente a una situación que les dolía en lo más íntimo
de su ser.
2Samuel 1:11 (RVA) Entonces David agarrando sus vestiduras las
rasgó. Lo mismo hicieron todos los hombres que estaban con él.
12 E hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el anochecer por Saúl
y por su hijo Jonatán, por el pueblo de Jehovah y por la casa de Israel;
porque habían caído a espada.
Y en más de una ocasión yo he sentido lo mismo: una necesidad
imperiosa de desgarrar mi ropa en clara demostración de dolor. En estos
días, mientras oraba y buscaba de Dios una palabra de edificación
para predicar en una Iglesia Pentecostal hermana, el Espíritu Santo
me mostró su inmensa capacidad de amar y lo importante del arrepentimiento
para acceder a la gracia de Dios, sin la cual nadie puede vivir como Dios manda.
En esa situación de oración e intimidad con Él, llegué a
este versículo que tocó profundamente mi ser:
Joel 2:13 (RVA) Desgarrad vuestro corazón y no vuestros
vestidos."
Volved a Jehovah, vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, lento
para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo. {Lit., del mal}
El término desgarrar se puede definir como "dividir
con violencia", hacer pedacitos algo.
El término corazón se puede definir como "hombre
interior, la parte más íntima de la mente".
Cuando el Señor me daba esta lección, sentí que Su corazón
se parte de dolor viéndonos a nosotros desgarrando nuestras vestiduras
(entiéndase como un acto de arrepentimiento sólo externo) y no
despedazando nuestro corazón ante Él por nuestros pecados y faltas.
Es como si nos hubiésemos acostumbrado a pedir perdón a Dios
sabiendo que Él es bueno, misericordioso y muchas veces aceptamos con
mucha más facilidad lo que dice la segunda parte del versículo
que estudiamos. Sin dudas nos es más fácil aceptar que nuestro
Dios es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y desiste
del castigo que sin dudas mereceríamos. Esto hermano de mi corazón,
se llama: GRACIA.
Pero aquí mismo es donde está la dificultad. Para alcanzar la
GRACIA de Dios debemos hacer lo que nos manda en la primer parte del versículo:
DESGARRAR NUESTRO CORAZÓN y no nuestros vestidos.
¿Eres conciente de que Dios mismo te está diciendo que dejes de
caer en el error cotidiano de pecar, arrepentirte, recibir la gracia y volver
a caer en el mismo pecado y volver a arrepentirte y así es como has caído
en un "círculo vicioso" del que te es necesario salir cuanto antes?
Hermano/a amado de mi corazón, si acaso has pasado por esta prueba,
tal como yo lo hice, teniendo que arrepentirme de todo aquello que el Señor
me mostraba que había dentro mío y que no había puesto Él;
seguramente sabrás que NO SE PUEDE SER LIBRE DE UN PECADO REINCIDENTE
SIN LA GRACIA MARAVILLOSA DE DIOS OPERANDO EN LO ÍNTIMO DE TU SER. Y
aquí está la clave para saber si tu arrepentimiento es de tal
magnitud que se te ha DESGARRADO TU CORAZÓN ante Dios: que recibirás
una nueva fuerza poderosa de parte de Dios que te permitirá hacer frente
a la tentación, resistir al diablo hasta que por fin, cansado de no
lograr que caigas en pecado, sencillamente se aleje de ti. ¿Recuerdas
que Dios así lo manda?
Santiago 4:7 (RVA) Someteos, pues, a Dios. Resistid al
diablo, y él huirá de vosotros.
Mi hermano, la clave está en el sometimiento
a la perfecta voluntad de Dios. Y aquí es donde debo preguntarte:
- ¿Estás permitiéndole al Espíritu
Santo llevarte al arrepentimiento que salvará tu vida?
- ¿No estará tu orgullo interponiéndose entre nuestro
Padre que te ama y tu vida que necesita de Dios?
- ¿Acaso una herida del pasado aún no cierra y todavía
no has perdonado para recibir el perdón de Dios?
- ¿Tal vez tu congregación te ha disciplinado injustamente
y se ha instalado en tu corazón una raíz de amargura que tarde
o temprano arruinará tu vida espiritual? ¿Recuerdas lo que
le pasó a José con la esposa de Potifar? Esto bien puede servirte
de ejemplo de fe y actitud cristiana. No lo olvides.
En definitiva, lo que Dios está buscando es que te arrepientas de todo
aquello que tu mismo pones como barreras entre Él y tu corazón,
haciendo IMPOSIBLE que te alcance con Sus bendiciones. Por favor, sincérate
contigo mismo, no seas hipócrita delante del Señor. ¿Acaso
estás leyendo esto frente a una multitud de personas? Claro que no.
Este mensaje lo manda Dios directo a tu corazón. Allí, en lo
más íntimo de tu mente, allí donde guardas "bajo llave" tus
pensamientos más íntimos, que no te animas a compartirlos con
nadie (ni siquiera con el Señor) porque te averguenzan y entristecen,
allí es justamente donde Dios está poniendo Su mano de amor y
consuelo. Nuestro Buen Padre Celestial está en este mismo momento cuidando
de tu vida y si acaso sientes una profunda tristeza que acaba de invadirte,
permíteme exclamar a viva voz "GLORIA A DIOS ", pues es el Espíritu
Santo de Dios que te está guiando al arrepentimiento que Dios espera
de ti HOY MISMO.
Si has aceptado a Jesús como tu Señor, tienes acceso a la Eternidad
junto a Dios, pero... ¿quisieras llegar allí, ante Él,
ante Su Santa Presencia lleno/a de pensamientos y emociones totalmente ajenas
al amor de Dios? Por supuesto que no. Nadie quiere hacerse presente "aquel
día" de ningún otro modo que no sea "en santidad". Por lo tanto,
no cierres ni endurezcas ahora tu corazón. ¿Acaso crees que esta
oportunidad es pura casualidad? ¿Puedes pensar que justamente Dios me
mande escribirte sobre el arrepentimiento y que tu lo recibas "sólo
por casualidad"? Claro que no. El Padre me manda escribirte y el Espíritu
Santo me está confirmando que en este mismo momento de la lectura de
este mensaje estará tocando las fibras más íntimas de
tu ser, recorriéndote por completo y haciéndote sentir una pesada
carga de tristeza por tus actos, tus dichos y hasta por tus pensamientos ajenos
a Su perfecta voluntad.
Pero no creas que Dios dejará esto aquí. No. Nuestro Padre jamás
da una Palabra y nos deja sin respuesta sino todo lo contrario. Hoy, sí...
HOY MÁS QUE NUNCA, pues el tiempo del fin está cerca, nuestro
Papá te llama al arrepentimiento y permite que te sientas así como
te sientes con esta finalidad: Escúchalo a Él mismo decírtelo:
2Corintios 7:10 (RVA) Porque la tristeza que es según
Dios genera arrepentimiento para salvación, de que no hay que lamentarse;
pero la tristeza del mundo degenera en muerte.
11 Pues he aquí, el mismo hecho de que hayáis sido entristecidos
según Dios, ¡cuánta diligencia ha producido en vosotros! ¡Qué disculpas,
qué indignación, qué temor, qué ansiedad, qué celo
y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios
en el asunto.
Hermano amado de Dios, quisiera escribirte tantas cosas más, pero debo
aprender a respetar tus tiempos. Te dejo en compañía de Quien
jamás se verá (como yo) apremiado por el tiempo que es siempre
escaso. El Espíritu Santo que me ha dado promesa de continuar en ti
la obra que Dios le ha encomendado, será Fiel en llegar hasta su total
terminación en tu vida. Serás lo que Dios dispuso que fueses
aún antes de que el mundo fuese, en aquel mismo maravilloso momento
en que te concibió en la intimidad de Su corazón, para que vivas
este tiempo de tu vida aquí en la tierra, pero lleno de la esperanza
de la Vida que vendrá.
Que así se cumpla en tu vida !!!
En su servicio, Daniel Liandro.
En todo tiempo ama el amigo,
Y es como un hermano en tiempo de angustia.
(Provervios 17:17)